Actualizado 19/06/2025 10:19

Si el cilantro te sabe a jabón, tu nariz viene programada en modo lavavajillas: el culpable es un gen que tiene el 15%

Si el cilantro te sabe a jabón, tu nariz viene programada en modo lavavajillas: el culpable es un gen que tiene el 15%
Si el cilantro te sabe a jabón, tu nariz viene programada en modo lavavajillas: el culpable es un gen que tiene el 15% - INSTAGRAM BOTICARIA GARCÍA

MADRID 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

Hay quien no concibe un guacamole sin cilantro, y hay quien no tolera ni su aroma de lejos. Para algunas personas, esta hierba no desprende un perfume fresco y cítrico, sino un olor y un sabor intensamente jabonosos. Puede sonar exagerado, pero quienes lo perciben así lo tienen claro: no es una metáfora, es lo que realmente sienten.

Lejos de ser una rareza sin explicación, esta aversión tiene una base científica. Detrás de esa percepción tan particular hay una razón genética que influye en la forma en que el cerebro interpreta ciertos compuestos del cilantro. El responsable es un gen con nombre de androide que, aunque suene a ciencia ficción, está muy presente en la realidad de quienes no soportan esta planta.

EL SABOR A JABÓN TIENE NOMBRE Y APELLIDO: OR6A2

La divulgadora y farmacéutica Boticaria García lo explica con claridad en uno de sus últimos vídeos: el culpable de que el cilantro te sepa a jabón es un gen llamado OR6A2, que afecta a ciertos receptores del olfato. Este gen está relacionado con la capacidad de detectar aldehídos, unas moléculas presentes tanto en el cilantro como en muchos productos de limpieza.

De ahí la conexión: si tu variante genética hace que percibas esos aldehídos de una forma determinada, el cilantro puede resultarte tan desagradable como si mordieras una pastilla de jabón.

SOLO EL 15% DE LAS PERSONAS TIENE ESTA VARIANTE GENÉTICA

Según explica Boticaria García, aproximadamente el 15% de la población española tiene una variante concreta del gen OR6A2 que intensifica la percepción de estos aldehídos como algo "jabonoso". En cambio, el 85% restante percibe el cilantro como una planta aromática agradable, fresca y con toques cítricos. Por eso, esta aversión no tiene que ver con manías ni gustos raros. Es una cuestión genética y, en cierto modo, inevitable.

La intensidad del sabor depende de su procesamiento. Tal como explica la farmacéutica, el cilantro seco suele saber menos a jabón porque durante el proceso de secado se pierden compuestos volátiles. Aun así, quienes son especialmente sensibles a ese gen pueden seguir notando cierto sabor jabonoso, aunque más suave que con el cilantro fresco.

SI TE GUSTA, TIENE BENEFICIOS

Boticaria García concluye su vídeo con una recomendación doble. Por un lado, si formas parte del 15% al que le sabe mal, no lo fuerces: no se trata de educar el paladar, sino de una reacción genética real. Pero si eres del grupo mayoritario que lo tolera bien, tienes suerte: el cilantro tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, así que puede ser un buen aliado en la cocina y en tu salud.

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